Ambiente adecuado

La habitación debe ser tranquila, con luz tenue y temperatura confortable. Evitar pantallas antes de dormir y ruidos excesivos. Un ambiente relajado favorece la conciliación del sueño.
Rutinas saludables
Establecer horarios constantes para acostarse y levantarse. Incluir actividades relajantes como leer un cuento, un baño tibio o música suave antes de dormir.
Evitar comidas pesadas y actividades estimulantes en la hora previa al descanso.
Acompañamiento emocional
Validar sus emociones, evitar retos nocturnos y acompañar con paciencia los despertares. El sueño también se educa desde el afecto y la seguridad emocional.
Brindar contención y calma ayuda a que el niño/a asocie la hora de dormir con un momento seguro y placentero.