Infancia y tecnología: una combinación inevitable

Crianza y redes sociales - imagen 101.jpg

Hoy la tecnología forma parte de la vida cotidiana desde edades muy tempranas. Los niños y adolescentes acceden a redes sociales, juegos online y contenidos audiovisuales de manera constante. Esta realidad no puede evitarse, pero sí puede ser acompañada.

El desafío adulto no es prohibir por completo, sino aprender a mediar: acompañar, ofrecer criterios de cuidado y construir acuerdos realistas que cuiden su bienestar emocional y social.

Principales riesgos del uso sin acompañamiento

  • Exposición a contenidos inapropiados o violentos.
  • Adicción a la pantalla o necesidad constante de validación externa.
  • Comparación social, baja autoestima y frustración.
  • Ciberacoso o grooming.
  • Alteración del sueño, el rendimiento escolar y los vínculos reales.

¿Qué pueden hacer madres, padres y cuidadores?

  • Informarse sobre las redes que utilizan sus hijos.
  • Fomentar el diálogo abierto y sin prejuicios sobre lo que ven o comparten.
  • Establecer acuerdos y normas claras sobre horarios y contenido.
  • Proteger la privacidad digital desde edades tempranas.
  • Predicar con el ejemplo: cuidar también el uso adulto frente a los niños.

Límites sanos en el uso de redes sociales

Es importante diferenciar entre límites y prohibiciones. Establecer horarios, restringir el acceso a ciertas plataformas y revisar las configuraciones de privacidad no es controlar, es cuidar.

El acompañamiento activo ayuda a prevenir riesgos y fortalece el vínculo.

Señales de alerta a tener en cuenta

  • Conductas secretas o evasivas respecto al uso de dispositivos.
  • Aislamiento progresivo o irritabilidad si no pueden conectarse.
  • Cambios bruscos en el estado de ánimo o autoestima.
  • Uso excesivo durante la noche o a escondidas.
  • Desinterés por actividades que antes disfrutaban.

Estas señales no implican un diagnóstico, pero pueden ser motivo de consulta profesional.

Acompañamiento profesional en la era digital

Un/a profesional puede ayudar a establecer rutinas digitales sanas, intervenir ante situaciones de riesgo y acompañar el proceso emocional que atraviesan niños y adolescentes frente a la hiperconectividad.

Siempre es recomendable consultar a un profesional ante cualquier duda. Criar en tiempos de redes sociales implica un nuevo desafío: acompañar sin invadir, y guiar sin controlar.

¿Querés dejar un comentario?

Sé el primero en comentar este artículo.