Desinterés escolar: un síntoma frecuente
Muchos adolescentes manifiestan desmotivación frente a la escuela. Esta situación puede generar preocupación en las familias, que no siempre encuentran cómo intervenir.
¿Qué hay detrás de la frase “no me interesa”?
No siempre es literal. Puede expresar frustración, dificultades no reconocidas, falta de conexión con lo que se enseña o conflictos con compañeros o docentes.
Factores que impactan en la motivación
- Relación con el entorno escolar.
- Percepción de utilidad de lo aprendido.
- Autoimagen como estudiante.
- Contexto familiar, emocional o social.
Estrategias para reconstruir el vínculo con la escuela
- Escuchar sin juzgar: habilitar el diálogo sobre lo que sienten.
- Buscar referentes positivos o actividades extracurriculares relacionadas con sus intereses.
- Reconocer pequeños logros y esfuerzos, más allá de las notas.
Fomentar el propósito personal
Ayudar a que el adolescente conecte la escuela con sus proyectos personales, intereses o sueños puede ser clave para recuperar el sentido del aprendizaje.
El rol del profesional psicopedagógico
Un/a psicopedagogo/a puede acompañar en la construcción de nuevas formas de aprender, detectar barreras invisibles y promover un vínculo más saludable con el conocimiento.
Siempre es recomendable consultar a un profesional ante cualquier duda.
Preguntas frecuentes
¿Sirven los premios o castigos para motivar?
Pueden generar efectos cortos. Lo más efectivo es conectar los contenidos con intereses reales y dar metas pequeñas alcanzables.
¿Qué hago si no quiere ir a la escuela?
Evitar confrontaciones tajantes. Conversar causas, coordinar con la escuela y buscar apoyos. Si persiste, consultar a un profesional.
¿Y si hay dificultades de aprendizaje de base?
La desmotivación puede esconder problemas no detectados (lectoescritura, atención, funciones ejecutivas). Una evaluación psicopedagógica orienta el abordaje.