¿Qué puede significar el “me da igual”?

Es una frase que puede encerrar enojo, frustración, desinterés o confusión. A veces, no saben cómo expresar lo que sienten, y responden con indiferencia como mecanismo de defensa.
Diferenciar apatía pasajera de un malestar profundo
Puede ser una respuesta al cansancio, a una frustración específica o a una etapa más introspectiva. Pero si se extiende en el tiempo y afecta su funcionamiento cotidiano, es importante prestarle atención.
Estrategias para acercarnos desde el cuidado
- Preguntar sin presionar: “¿querés que lo hablemos?”
- Estar presentes, incluso cuando no quieren hablar.
- Fomentar actividades que les generen placer, sin imponerlas.
Evitar minimizar o ridiculizar sus emociones
Comentarios como “a tu edad no tenés de qué preocuparte” invalidan su sentir. Es clave ofrecer un espacio seguro donde puedan expresarse sin temor al juicio.
El rol del entorno adulto: sostener sin invadir
No se trata de resolver todo por ellos, sino de acompañar. Mostrar que estamos, que nos importa, que seguimos ahí aunque digan que “todo les da igual”.
Cuándo buscar ayuda profesional
Cuando la actitud indiferente se sostiene en el tiempo, hay cambios bruscos de conducta o dificultades importantes en la escuela o en las relaciones. Un profesional puede ayudar a explorar lo que hay detrás del desgano.
Siempre es recomendable consultar a un profesional ante cualquier duda.