¿Qué buscan los adolescentes en el celular?

Conexión, pertenencia, entretenimiento, validación social y distracción. A veces es un espacio seguro o una vía de escape frente a situaciones difíciles: entender ese “para qué” es el primer paso.
¿Cuándo preocuparnos por el tiempo de uso?
Cuando interfiere con el descanso, el estudio, los vínculos o actividades recreativas. Si hay irritabilidad ante los límites, o aislamiento sostenido del entorno, es señal de alerta.
Qué estrategias podemos implementar en casa
- “Zonas/horarios sin pantallas”: comidas, estudio, previo al sueño.
- Proponer planes compartidos offline y variados.
- Conversar sobre qué ven/consumen y cómo les impacta.
- Si usan control parental, que sea con acuerdo explícito, no como castigo.
Límites, diálogo y ejemplo
El ejemplo adulto sostiene cualquier norma. Límites coherentes, acordados y estables, comunicados con respeto, valen más que un discurso perfecto con el celu en la mano 😉.
El celular como refugio emocional
El uso excesivo puede esconder malestares: ansiedad, aburrimiento, conflictos sociales. En lugar de juzgar, abrir preguntas: “¿Qué te pasa cuando estás mucho tiempo en el celu?”
Acompañar sin juzgar
No es sólo controlar, es comprender. Las reglas funcionan cuando van con escucha y empatía. La meta no es “cero celular”, sino aprender a usarlo con criterio y autocuidado.
Ante dudas sostenidas, consultar siempre es una buena idea.